miércoles

2015

Normalmente en la última hora del día pasamos a la alegría de tener 365 días para cambiar los años anteriores. 

Por medio de ti me conocí; letras y letras que nos acercaban desde el otro lado de las ventanas. Sentimientos, emociones e ilusiones; personas, ciudades, sueños y deseos. Sobre todo deseos. Gracias a el blog los conocí a ustedes, mis lectores sin rastro, gracias a el blog te decidiste buscarme y de cierto, de cierto os digo que me encontraste... Brindo por un mejor 2015, brindo por un 2014 lleno de aprendizaje, decepciones y fortalezas; solamente existe una cosa de la que me arrepiento: no haber renovado mi credencial de préstamo en la biblioteca pública.

Ágætis byrjun 2015.

El regalo



Mañana sería Navidad, y aun mientras viajaban los tres hacia el campo de cohetes, el padre y la madre estaban preocupados. Era el primer vuelo del niño por el espacio, su primer viaje en cohete, y deseaban que todo estuviese bien. Cuando en el despacho de la aduana los obligaron a dejar el regalo, que excedía el peso límite en no más de unos pocos kilos y el arbolito con sus hermosas velas blancas, sintieron que les quitaban la fiesta y el cariño.
El niño los esperaba en el cuarto terminal. Los padres fueron allá, murmurando luego de la discusión inútil con los oficiales interplanetarios.
—¿Qué haremos?
—Nada, nada. ¿Qué podemos hacer?
—¡Qué reglamentos absurdos!
—¡Y tanto que deseaba el árbol!
La sirena aulló y la gente se precipitó al cohete de Marte. La madre y el padre fueron los últimos en entrar, y el niño entre ellos, pálido y silencioso.
—Ya se me ocurrirá algo —dijo el padre.
—¿Qué...? —preguntó el niño.
El cohete se movió y dejó atrás una estela de fuego y dejó atrás la Tierra, un 24 de diciembre de 2052, subiendo a un lugar donde no había tiempo, donde no había meses, ni años, ni horas. Los pasajeros durmieron durante el resto del primer "día". Durmieron durante el resto del primer “día”. Cerca de medianoche, hora terráquea, según sus relojes neoyorquinos, el niño despertó y dijo:
—Quiero mirar por el ojo de buey.
Había un único ojo de buey, una “ventana” bastante amplia, de vidrio tremendamente grueso, en la cubierta superior.
—Todavía no —dijo el padre—. Te llevaré más tarde.
—Quiero ver dónde estamos y a dónde vamos.
—Quiero que esperes por un motivo —dijo el padre.
El padre había estado despierto, volviéndose a un lado y a otro, pensando en el regalo abandonado, el problema de la fiesta, el árbol perdido y las velas blancas. Al fin, sentándose, hacía apenas cinco minutos, creyó haber encontrado un plan. Si lograba llevarlo a cabo este viaje sería en verdad feliz y maravilloso.
—Hijo —dijo—, dentro de medía hora, exactamente, será Navidad.
—Oh —dijo la madre, consternada. Había esperado que, de algún modo, el niño olvidaría.
El rostro del niño se encendió. Le temblaron los labios.
—Ya lo sé, lo sé. ¿Tendré un regalo? ¿Tendré un árbol? Me lo prometieron.
—Sí, sí. todo eso y mucho más —dijo el padre.
—Pero... —empezó a decir la madre.
—Sí —dijo el padre—. Sí, de veras. Todo eso y más, mucho más. Perdón, un momento. Vuelvo enseguida.
Los dejó solos unos veinte minutos. Cuando regresó, sonreía.
—Ya es casi la hora.
—¿Puedo tener tu reloj? —preguntó el niño.
Le dieron el reloj y el niño sostuvo el metal entre los dedos: un resto del tiempo arrastrado por el fuego, el silencio y el movimiento insensible.
—¡Navidad! ¡Ya es Navidad! ¿Dónde está mi regalo?
—A eso vamos —dijo el padre y tomó al niño por el hombro.
Salieron de la cabina, cruzaron el pasillo y subieron por una rampa. La madre los seguía.
—No entiendo.
—Ya entenderás. Hemos llegado —dijo el padre—.
Se detuvieron frente a la puerta cerrada de una cabina.
El padre llamó tres veces y luego dos, en código. La puerta se abrió y la luz llegó desde la cabina y se oyó un murmullo de voces.
—Entra, hijo —dije el padre.
—Está oscuro.
—Te llevaré de la mano. Entra, mamá.
Entraron en el cuarto y la puerta se cerró, y el cuarto realmente estaba, en verdad, muy oscuro. Y ante ellos se abría un inmenso ojo de vidrio, el ojo de buey, una ventana de metro y medio de alto y dos metros de ancho, por la cual podían ver el espacio.
El niño se quedó sin aliento.
Detrás, el padre y la madre se quedaron también sin aliento, y entonces en la oscuridad del cuarto varias personas se pusieron a cantar.
—Feliz Navidad, hijo —dijo el padre.
Y las voces en el cuarto cantaban los viejos, familiares villancicos; y el niño avanzó lentamente y aplastó la nariz contra el vidrio frío del ojo de buey. Y allí se quedó largo rato, mirando simplemente el espacio, la noche profunda y el resplandor, el resplandor de cien mil millones de maravillosas velas blancas…








_________________________________

® El regalo de Ray Bradbury

La ladrona


®Elihe


Lo admito jurado, soy cleptómana de sueños... 
sí, esos sueños que son abandonados cuando llega el día; 
cuando la mayoría deja la cama para salir de casa.


Inquietud

®Elihe
14.29.11.17.52

¿Tendrás tiempo en el futuro próximo para amarme?





________________________
®Elihe y el tiempo de búsqueda
Un día me atreví a cruzar el abismo que nos separa
y mi nombre se quedó tatuado
en las calles por donde fui a buscarte.

jueves

Interrogante

®Elihe


Señor gobernante
usted dijo lo siguiente:

La Reforma Política convierte a la PGR 
en un nuevo órgano constitucional autónomo: 
la Fiscalía General de la República,
¿van a reprimir a todos
los que están en su contra?

Se construyen grandes proyectos
para transportar gas natural;
con eso ¿las familias
tendrán asegurado
el pan nuestro de cada día?

La Reforma Educativa 
facilita y acelera la 
profesionalización de los maestros.
¿Pienso, protesto
y luego me matan?

Se ha logrado la captura 
de los delincuentes más peligrosos,
¿y los que se aprovechan
del poder que les confiere la sociedad?;
¿esos para cuándo?

Pronto terminará el 2014
y aún tengo una mayor interrogante:
¿Que hará usted cuando
el último pobre muera
y no exista quién pueda pagar sus deudas?


__________________________
®Elihe y el circo político de cada día.

Los textos en cursivas son fragmentos de los once puntos clave
durante el segundo informe de gobierno;
los cuales se pueden leer completos aquí.