miércoles

Orfandad

No sé desde cuándo estoy aquí
he perdido la memoria entre la vida que no viví;
antes de venir tenía otros sueños
un vida construída a base de esperanzas.

De un día a otro llegué aquí,
así de simple se olvidaron de mi,
también así dejaré de existir 
respirando en esta orfandad
tal vez algún día 
la soledad dejará de adoptarme.




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® Elihe y los abuelos dados en adopción. 

Renacimiento

¿Qué fuiste a hacer al norte? -me preguntó mi madre cuando volví.
Respondí que solamente Dios sabía que había ido a buscar allá; la verdad que había ido más al norte, a esos desiertos del otro lado de la frontera donde si uno no tiene un buen radio que intercepte la estática será consumido por ese silencio mortífero. 
Necesitaba estar así para poder gritar todos los sonidos de tu nombre y del mío; para vaciarme de todos los silencios que llevaban ya atendiéndome buen tiempo.  Contemplé ese valle que me miraba nacer, entré al coche y esperé el amanecer.


Fortaleza


Te seré sincera, desde que llegaste hiciste de mi corazón un lugar que solamente fue habitado por ti; allí estaba tu casa y tú eras el único que tenia llave. No entraba ni salía nadie más. Cuando te fuiste comenzó una lluvia que no paró de arreciar; ahora, cada vez que llueve mi corazón hace una pausa (tal vez recordando la lluvia que me llevó hasta ti) antes de seguir latiendo entre suspiros.

Claro que habrá otros temporales; después de la lluvia siempre sale un sol de esperanza. No estoy muy segura de saber, ¿por qué decidiste irte tan vacío dejándome tan llena?. A veces creo que la respuesta se reduce a que tú seas quien cinceló un mapa del amor por todo mi cuerpo y por eso mis campanas suenan ante el mínimo recuerdo de tu nombre. 
Disculpa, sé que es arriesgarme demasiado; podría esta carta ser leída por alguien que no entienda las fronteras del alma y todo terminará en el mar de Galilea pero, esta vez, sin profeta que ordene silencio y sé que tu nueva familia no lo entendería. 

Disculpa el atrevimiento, disculpa no escribir antes; pero hasta ahora he reunido el valor y la fuerza. Disculpa que ahora sea un poco distinta, yo misma sé que no soy la misma; esta vez la tormenta me hizo una sobreviviente más fuerte.

Plegaria a tu confianza


A decir verdad quisiera decirte que tengo miedo. 

Tengo miedo que te guste; y tengo, también, miedo que no te guste... me aterra tomarte de la mano y sumergirnos en ese silencio abismal que precede a la primera cita.  Me atemoriza más que el corazón se quede atrapado en la ciudad rostro de cantera y corazón de plata; si pudiera te diría que la primera vez no será tan mala, mil veces he trazado el recorrido, mil veces he escrito y reordenado mis palabras... pero no estaré segura hasta que no vea el color azul o naranja que desprende tu cuerpo al alba.

Me juego mi ultima carta: tu confianza. Por favor, ven.



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® Elihe y los desconocidos viajantes.


September end



Los juegos de la memoria son extraños
vivimos en el presente
dando saltos hacia el pasado.

Avanzamos cimentando las bases,
bajando hacia las fosas
y subiendo por escaleras
nunca antes construidas.

Construimos y derribamos,
aprendemos y olvidamos,
amamos, perdonamos,
nos abandonamos,
nos acompañamos.

Veinte y cinco años;
sigo sobreviviendo
con el mejor optimismo ante la vida.

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(R) Elihe y su vida.

Teseo

Laberint

En el 
laberinto de la memoria
se encuentra perdido 
Teseo.

Ha olvidado el camino
devuelta a casa
y hace mucho que perdió el hilo 
proporcionado por Ariadna.

El minotauro
va emergiendo
desde dentro;

sobre la cabeza 
nacen los grandes cuernos.

Su respirar cambia por un bramido;
ha comprendido que su destino

es permanecer, encerrado,
 en la casa del olvido.



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(R) Elihe y el Minotauro humanizado



Finisterre


Me enfrento al  fantasma de mi misma;
ese fantasma que va delante de los pasos
que di, doy y daré.

Todos mis sueños, esperanzas, deseos, alegrías y miedos
cabalgan delante de mis fantasmales ojos
hacia la familiaridad de un mundo desconocido.

Navegando voy
por las azules aguas
de lo que fue, es y será mi vida.

Me enfrento a lo desconocido,
cambio certezas y constantes
por incertidumbre y variables;
hacia un horizonte me dirijo.

No temo.
El fantasma de mi mismo,
es mi esperanzado espíritu
que me guía al fin del camino.

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®© Elihe y la vuelta al camino

Deadlok



Deadlok*.
Existen momentos, en la vida humana, en que se llega a un punto muerto; a el "callejón sin salida". Rápido. Habrá que actuar.
Salto generacional  sin amortiguador. No perteneces a los viejos por ser tan joven y no perteneces a los jóvenes por ser tan viejo. Punto muerto. Bienvenidos a la tierra de nadie; por favor mantenga sus rodillas y codos protegidos. Avanti. No pierdas (nunca) de vista tu objetivo. Avanza. Avanza aunque no sepas qué hacer, qué sentir o cómo comportarte. Avanza; en medio de ese desconcierto. Avanza. No te detengas más que el tiempo suficiente para que tu pie se pose en el siguiente peldaño. ¡Avanza! ¡Avanza! ¡Avanza! Después del oscuro túnel  aún se forma un nuevo camino.

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®Elihe, invierno 1420.

*Bloqueo mutuo: Bloqueos que surgen de 

necesidades que no pueden ser satisfechas, 
por parte de dos o más procesos.

Cuatro años.


© Michael Martin
© Michael Martin

No mentiré, cuatro años harán que te extrañe. 
Segundo miércoles de agosto y me dueles.

Lo que más voy a extrañar de ti será tu cuerpo hecho a mi medida, tus ojos cuando decían verdad o la última vez que nos apasionamos por una temática. Voy a extrañar la sensación de esas manos que ya no me abrazan y el sabor del fuego que te habita y no me quemaba; con todo el corazón voy a extrañarte. Tu nombre ya se quedó tatuado eternamente en mi piel, en todos lados resplandece...

Y con este mismo corazón entendí que ya no te sentias libre. Que esta ruptura no es más que el deseo de volver a sentir el aire entre tus brazos. Así que el renunciar a mi significaba que todos mis intentos para que me amaras como yo te amé deben parar... decido dar el paso a un costado. Siempre fuiste libre de ir o venir a tu medida; lamento si parecía lo contrario.

No mencionaré todas las cosas que deseaba hacer a tu lado; simplemente coincidimos en un tiempo y un espacio, ahora es momento de avanzar, de continuar nuestro peregrinaje por las ciudades del desierto hasta encontrar nuestro oasís. Gracias por responder a mi voz sin eco, gracias por enseñarme la fuerza y ternura que yo desconocía de mi misma... gracias por permitirme ser parte de las noches sin estrellas de tu vida o de la dedicatoria sin fin en unas páginas de tu libro. Gracias por muchas cosas que no sabrás que hiciste por mi, y que sin embargo, siempre llevarán la distinción de tu sello.

Un día el mismo desierto que nos unió, y que ahora nos separa, nos traerá de regreso a la misma ciudad; un poco más distintos, un poco más fuertes, un poco más libres, BarakAllahu Feekum hombre del desierto. 

E.

Darian


Enamorate de una novia que no te quiera tanto como yo; 
que me dupliqué en edad los complejos de besarte. 

Se su novio de verdad, no de ficción; 
amadla según el tamaño de mis ilusiones rotas 
y las promesas que ya no podrás cumplirme. 

Y solamente cuando la quieras así 
podrás entender mi forma de amarte. 

Porqué el amor sin amor 
es como un café ya frío.

La carta



Hablo para ti. Para esos días en que uno elige una ruta en un país desconocido y sucumbe de melancolía y soledad. Para esos amaneceres en que los ojos son vigías incansables. Por los instantes que yo quería apresar a tu lado, mientras tú me enseñabas la difícil disciplina de alejarme. Por los castillos que construí en la arena y que un leve viento derrumbaba. Por la rosa que te di, un poco marchita, es cierto, y que tú dejaste morir en un vaso sin agua. Por las palabras nunca dichas, pero leídas en tus ojos claros. Hoy hablo para ti, hoy que tengo todo el tiempo para hacerlo y no aquellas entrevistas, que me permitían sólo decir tan poco o nada, y quedar ahogada en palabras y pensamientos y sensaciones. En todo lo que no supe ni pude expresar nunca. 

Yo sabía que cada momento era irremplazable y no quería perder uno solo a tu lado, pero tú los dejabas ir, como se dejan pasar los años, o la vida. Quizás ahora ya pueda decirte algo, o dentro de un mes, o de un siglo, o de un instante; qué importa el tiempo que transcurra si finalmente es tan sólo una línea, una división convencional para ordenar la diaria existencia, situar al pasado o al futuro. Tal vez un día, el menos pensado, un día gris o lluvioso, pueda contar bien nuestra historia, porque tú nunca me dejaste hablar de nuestro verdadero encuentro. 
Tenías miedo y por eso no me escuchabas; o te hacías el desentendido, ¿te acuerdas? Cada vez que yo empezaba a hablar de lugares, personas, alegrías o tristezas, de tantas cosas compartidas o de nuestro primer rompimiento, era como un puente que yo tendía en el espacio y que tú no querías, te negabas a cruzar, para así no recordar y comprenderme mejor. Y comprender, tú bien lo sabes, es ahondar, llegar hasta el alma, pero llegar allí estremece por temor a encontrar sólo tedio, o quizás el deslumbramiento, algo que encadene para siempre, o también diversas formas de amor o de miedo. 

Y del amor muchos huyen como de una catástrofe o de un violento huracán. Yo nunca huí del amor, lo supiste; me precipité siempre a ciegas en sus aguas; lo apuré con una sed inmensa jamás saciada: buscaba mi paraíso. Y en ese empeño agoté la vida. Los relámpagos desgarran el cielo y destruyen su azul, presagian las tempestades; así rasgué mi alma, mi fantasía siempre equivocada. La claridad de una dicha se filtraba en mi vida en instantes sólo creados por la ilusión, para caer después en la tiniebla más densa, en el vacío sin fin, en el pozo sin fondo. 
Sólo contigo puedo hablar así; llamar las cosas por su nombre y decirles noche, flor o lluvia: nombrarlas como lo que son o fueron. Algunas veces, te contaba, arribé a los umbrales de la dicha; pero después llegaba la luz y todo el misterio se desvanecía, todo recobraba su forma verdadera y era preciso, entonces, partir hacia el día infinito y real. No basta saber que el amor existe, hay que sentirlo en el corazón y en todas las células. Saber darlo todo a manos llenas, pero recibir algo a cambio; una correspondencia del alma, aceite o leña, para alimentar el fuego. Nunca has sabido de este amor caído de bruces sobre sus propias brasas. 

Ni siquiera aquella noche que te marchaste encolerizado sin decir ni adiós reparaste en la sorda pesadez de mis pasos, en las lágrimas que me caían por dentro. Todo estaba igual en la calle y dentro de ti: el alumbrado mortecino, los automóviles con prisa, los transeúntes con el diario bajo el brazo y el cigarrillo consumiéndose entre los labios. Todo estaba igual, también la lluvia con su monótono caer. Tal vez tú pensaste "ahora que me voy se habrá sentado a ver la televisión o a escuchar la radio, estará tomando café y fumando sus largos cigarrillos". Pero no, todo estaba igual fuera y dentro de ti, pero detrás de la puerta que cerraste, quedaba este amor que no entendiste y que se quedó inventándose el sonido de tus pasos en la escalera, el timbre del teléfono. 

En tus ausencias me habitué a la silenciosa espera, buscando una forma de virtud en ello. Sin embargo, te lo confieso, me desesperaba el paso igual de los días, sin que surgiera ni una solución ni una esperanza. Me proponía entonces olvidar las horas, las cosas que me rodeaban, todo lo que me inquietaba, y me perdía, como en una selva, en alguna lectura. ¡Ah, si supieras, cuántas noches imaginé que llegaríamos juntos al alba, a la tierra ya conocida donde la paz nos aguardaba! Hubo veces en que quise comunicar la alegría o la tristeza, las que tú me dabas, pero las guardé siembre dentro de mí por temor a estropearlas, y todo ni ser se llenaba de una gran plenitud. Al reencontrarte rompí los hilos de mi pasado, de todo lo que no estaba ligado a ti y acompasé mi paso al tuyo, hasta donde tú quisiste. 
Nunca te he hablado de los crepúsculos desmadejados en el árbol enorme que había frente a mi ventana, por donde me fugaba siempre y te llevaba a conocer los lugares y los sitios amados: jardines y huertos, cuartos llenos de cosas viejas, queridos juguetes rotos, retratos de familia, de perros y de gatos inolvidables, cuevas y alamedas umbrosas; el parque hundido con su estanque, más hundido aún que el mismo viejo parque; su fondo estaba lleno de lama y musgos, hierbas acuáticas y misteriosas grietas por donde los peces desaparecían; peces de colores que brillaban y relucían, como si fueran de oro y plata, cuando los tocaba la luz del sol. Allí pasaba yo las tardes de mi infancia, y sólo me marchaba cuando ya no se veían los peces en el agua ensombrecida y el viento soplaba fuerte. A lo largo de mi vida caminé por las playas oyendo el mar, conocí las alturas de las montañas y los extensos valles, las tardes malva y los cielos amarillos del otoño. 

Caminé siempre a solas sin más compañía que la esperanza. Esperé largos años como siglos, sólo me quedaron las manos vacías y el corazón herido de frío. Por todo eso hablo solamente para ti que me enseñaste el gusto amargo de la vida y a buscar belleza en todo lo que nos rodea; a no desear sino lo que se nos da y a encontrar en ello la satisfacción completa; a separar cada instante y retener su goce aislado; a apurar el dolor del renunciamiento y seguir como un ave nómada. Hablo para ti por todo esto y mucho más; para ti que abriste ventanas clausuradas y de la mano me ayudaste a transitar a través de la estación más amarga y dolorosa. 
¿Por qué, dímelo ahora, cambiabas tanto? Tu actitud abría largos corredores a las dudas y a los temores. Me preguntaba y me pregunto aún, porque nunca lo supe de cierto, si sólo fui una estación, una etapa más en tu vida, o raíz que sostiene y nutre. Ahora mismo te estoy hablando, quiero decirte más cosas, todas las que he callado día tras día, y saber por ti otras, otras muchas, las que necesito para aclarar mis dudas y esa incertidumbre que me ha consumido siempre. Te hablo, te hablo, pero tú no me escuchas. Miras a través de la ventana la caída del sol, y un paisaje de árboles y altos edificios. Te has quedado ensimismado. ¿En qué piensas? Lo supe muchas veces, tus ojos me lo revelaban siempre: los silencios eran para nosotros un lenguaje claro donde todo se entendía; pero otras, era como si un ala negra se desplegara, y yo me quedaba sumida en la oscuridad sin conseguir penetrar tu pensamiento, así como ahora que ni siquiera te percatas de que estoy aquí, a tu lado, hablando, mirándote, esperando..., no existo para ti en este momento, ni en presencia ni en recuerdo. 

Me voy. Te dejo contigo mismo, en ese mundo tan tuyo en donde no necesitas de nada ni de nadie para vivir, encerrado en tu círculo, en tu torre de marfil impenetrable..., pero sé de cierto que no encontrarás paz ni reposo, y tendrás que buscarme, como en la vez anterior y completar la historia… ¡ah!, si tú pudieras saber cuántas  veces en la soledad sin reposo, bajo la lluvia que se filtra, en el lento fluir de la ausencia, o en el río de azogue que corre por mi sueño, bajo el leve peso de los pájaros o con sólo recordar nuestras frustradas vacaciones en el mar, los ojos nocturnos de los peces, en medio del silencio que me rodea cortado por sonidos de viento, de sombras y de agua, a través de la larga noche, siento recuperar tu rostro, tu voz, tus palabras..., sí, sé que algún día darás con estas rocas cubiertas de líquenes y musgos. Bajo ellas ahí estoy.


® La carta.- Amparo Dávila.

Sandman




®http://www.marrakecholidays.com/es/marrakech-holidays-2/speciales-rutas/ruta-fin-de-ano-en-el-desierto-de-marruecos-desde-de-marrakech.html
®imagen: http://www.marrakecholidays.com/



La cálida arena rodea mis piernas, 
las envuelve en sus abrazos, 
Tú formas parte inconsciente de mis espejismos. 
Te alejas, etérea y sonriente.

Cruzar la línea del horizonte, 
llegar ardientemente 
hasta el valle donde nace el sol. 

Avanza con la sonrisa como bandera,
hasta volver con ojos llenos de historias 
para dos mil y once noches sin lunas friolentas.

Los labios incendiados besan el agua 
la única flor del desierto 
que rápido se evapora.

No hay más que arena, 
incandescente arena 
como el único mar 
que nos rodea 
y juega con nuestras piernas. 




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® Elihe en PDF. Día 8 del mes 24 2011.

Ulisses Lima

Ulisses Lima:

No sé precisar el momento; tal vez me miraste y te miré.
Entonces el mundo estaba claro y limpio; la lluvia ya había disipado las nubes.
Aunque tenía miedo te abrasé
existen cuerpos que necesitan de una doble piel.
Los nuestros son de esos
que escriben historias en 9.45.



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®Elihe y la personificación literaria.

Primera llamada



Hablando de ti
besé mis propios labios,
si te nombro me invoco
dentro de mis propios ojos.
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®Elihe may2015

Felicidad C



Mi vida,
vos no serás ni la primera ni la última;
antes y después de ti habrá muchas.

Podrás ligar tu vida 
a un momento de (no) felicidad,
podrás mentir ante las apariencias;
podrás construir tu propia historia
(no la que aconteció)
sino aquella que deseas,
la falsa cara de porcelana.

La sociedad te dijo: 
se eternamente feliz.
Cubre las apariencias,
no pienses en las consecuencias.

Cada día luce tu máscara;
la verdad se oculta 
tras la puerta de la casa.


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® Elihe y la felicidad comprometida.

Azul purpúra

®Elihe15
®Elihe15

Sobre el suelo yace mi esperanza,
el día lentamente pasa
y la miel se convierte 
en el alimento del mañana.

Mi vientre vacío
vuelve a creer en tus palabras
y bajo bóveda celeste
aguarda la voz de tu mirada.

Y el tiempo pasa
azul jacaranda.

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®Elihe Mayo 2015;
día de oler jacarandas.



Coincidencias


Sin saber que te conocería te soñé dos veces;
con esa perfección nebulosa que solamente
el tiempo y los sueños conceden
antes de volverse realidad.

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®Elihe acaba de recordar en dónde
conoció a un compañero de trabajo

Formal Despedida

®Alec Dawson, "Nobody Claps Anymore".
Imagen: ®Alec Dawson, "Nobody Claps Anymore".


Caminas por las calles sin rumbo fijo,
hace horas que tus pocas ilusiones se fueron a la basura,
vez a las personas pero no brillan tus ojos.

Por un tiempo has dado todo de ti,
el extra de tu mayor esfuerzo,
y no repararán en ello;
pedirán aún más,
no les importará que seas menos
que del polvo de tus propios huesos.

Como si fueras cualquier cosa reemplazable,
o cualquier basura botada en la calle,
en ese objeto que ha perdido su valor.


Estás completamente sola 
en este hervidero de personas.

Llegas a la habitación señalada;
cierras la puerta, nadie va a molestarte,
tienes hasta el cuarto día;
hasta que venza el pago
y debas resucitar como Lázaro.

Tu oído acepta la lluvia y 
rechaza el sonido de la vida,
la oscuridad se cierra sobre tu cuerpo y mente:
la gota que derramó el vaso también fue la que lo rompió.

El peso enorme rompe tus piernas y hombros,
justo como el ceder de las paredes tras un terremoto;
la noche ha llegado y se adueñó de todo.

Al cuarto día encontrarán un joven cuerpo;
la causa será: intoxicación por sobredosis.
Lo último que hizo la moderna Dörnroschen
fue actualizar su blog como cada miércoles.

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®Elihe agradece al que la leyó y al menos intentó abrazarla.
Todo tiene un fin y creo que el mío ha llegado.
Existen pequeñas cosas que ya no se soportan más.

Ich bin...


Dado que no somos un osito de peluche que pueden cambiar de cama.
Dado que no somos la colcha de la cama que un día está y al siguiente se guarda.
Dado que tampoco somos el colchón al cual puede dar la vuelta… 

somos lo que somos; 
somos los que dejamos marcas de nuestro paso por el muro de la vida.

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®Elihe y los recuerdos de la vida. 0XV

Ruptura II



Otra noche que cenaré en casa,
sin tu presencia.
Iré a dormir antes de que llegues,
y despertaré antes de que te vallas.

"Para que nada nos separe
que nada nos una";
para que nadie nos rompa
que nadie nos ame.


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®Elihe y los breves minutos de nuestros cuerpos, cap. 3

Vivir






Les haré un breve resumen de mi vida.
¿En dónde me metí todo este tiempo?
Viví en tantos lugares y conocí sus personas,
sus costumbres.
Leí todo lo que podía leer,
vi todo lo que podía soñar
y ame todo lo que puede asombrar.


Son las 5:43 de la mañana.
Aquí retomo la vida
la que dejé inconclusa.


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® Elihe y la vida.
1º abril 2015.

Intimidad

Dentro de estas cuatro paredes
se esconde nuestra realidad;
el pequeño espacio clandestino
en el cual se lee nuestra intimidad.

Sueños, alegrías, deseos;
nuestras risas y un par de besos
aún habitan entre las ruinas.
Trepan entre los recuerdos
para desordenarnos la voz, la cama y el alma
antes de perderse entre la nada.

Y antes de inventar la historia,
podrán leer los secretos,
de nuestras vidas jamás contadas.





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®Elihe y la historia de su morada
antes de ser replanteada.
25 marzo 2015.

Diez más cincuenta

®Elihe

No sé quién eligió a quién.
No supe si mi hermana y yo, en algún momento
pre-neonatal, los elegimos a ustedes;
o si por el contrario ambos, catálogo en mano,
fueron señalando las proporciones correctas para cada una.

No sé quién o qué los hizo encontrarse ese diciembre;
lo cierto es que mi madre aún sigue buscando un pretexto
para no enamorarse
para declinar esa invitación
para no conocerse.

Desconozco si fue su lucha contra la muerte
de una madre y un hermano,
la que tres años después los uniría en matrimonio
un diciembre hace ya veinticinco años;
o fue que ambos nacieron el mismo mes
con intermedio de dos días y algunos años gregorianos.

No sé quién se fijó primero en el otro;
o si fue la peregrinación de mi padre
dando clases en los lugares donde
tiempo antes había vivido mi madre.

Lo cierto es que hoy celebramos aquí,
en el mismo hogar que les enseñó a ser padres,
en la misma ciudad desde hace sesenta aniversarios.

______________________________________
®Elihe y los cumpleaños de sus padres
15 18 Marzo 2015.

Rewind


Tomarse el tiempo para rebobinar el universo
para sacar de las cajas del olvido
las palabras que te he escrito,
¿en qué minuto fue nuestra primera mirada?

Si me asomo por alguna de tus ventanas
puedo precisar el paso del tiempo;
los acordes elegidos,
amplificados
en el azul cielo.

Al escuchar el play,
vibra cada parte del cuerpo.
La goma de un lápiz
para rebobinar.
Y la genesis del mundo
vuelve a comenzar.

¿En qué minuto te volvió la sonrisa
al escuchar el tema especialmente dedicado?


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®Elihe y las reminiscencias del tiempo.


Epifanía


Epifanía (επιφάνεια) significa «manifestación»; fuera del contexto religioso significa «darse a conocer». Con respecto a las personas uno, al conocerlo, presupone ciertas características, ideas u comportamientos; y de la nada surge la verdadera cara, no es que uno la esconda simplemente que como lo dijo S. Freud «el ser humano realiza un larvatus prodeo», un paseo enmascarado, constantemente dado que las circunstancias de la vida hacen que se actue de una u otra forma.

El tema de la dualidad humana se encuentra muy presente en la literatura; desde la madre que oscila entre matar o no a sus hijos (Medea), la mujer que navega entre un matrimonio convencional o la aventura de un amante (Madame Bovary) o el hijo que no sabe que hacer (Hamlet). En el caso de Herman Hesse su obra Lobo estepario propone un acercamiento a el hombre-lobo (u lobo-hombre) y las luchas entre ambas fieras para dominar.

Harry, un periodista, intenta estabilizar una lucha interna al mismo tiempo que la sociedad le incita a sacar la fiera que lleva dentro; dentro del conflicto decide que la única salida es el suicidio y que por lo tanto es necesario irse despidiendo de algunas de sus máscaras. Y por otra parte Harry ama esa dualidad que aparentemente los que le rodean no tienen; en la vida pareciera ser que los otros no tienen esa lucha por vivir completamente felices en la vida que les fue dada.

A forma de escapar del suicidio Harry descubre a una bailarina de FoxTrot que como el nombre del baile lo indica, «trote de zorro», inicia el viaje de transformación del hombre en zorro y nuevamente en  ser humano... pero ¿qué pasa con aquellos que pasean con la misma máscara de siempre? Hesse no lo revelará en Lobo estepario, habrá que recurrir a los casos en la vida cotidiana que no muchas veces terminan de la mejor manera. A veces se rompe la máscara con la que se ha vivido durante mucho tiempo y se tiene dos opciones: 1) elegir otra máscara construida sobre los retazos de la anterior o 2) encararse a la vida con el rostro bajo la máscara; sin importar lo elegido ambas nos llevarán a un momento de epifanía, donde se deberá encarar las consecuencias de nuestras decisiones y no habrá más máscaras para cubrirnos; es en ese momento en donde se dará a conocer el verdadero yo (el interior).

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®Elihe L is for Five


P.D.: Violet, espero que tu rostro sea igual de bello 
sin las máscaras; en estos días se te ha roto una 
máscara y te empeñas en cubrirte con esos retazos.
¿Podrás sentir el sol directo sobre tu rostro sin esconderlo?



Despedida


Sin saberlo o planearlo, conociendo los riesgos;
las imposibilidades, el abismo que nos separa 
estando en la misma cama,
la leve sonrisa creciente que nos une
con el hola-adios de un encuentro casual;
así con todas esas limitantes y miedos
(así sin más) también me enamoré de ti.

Aunque te guste y me confundas,
aunque reclames de mi todo el tiempo 
que se consume cuando te veo.
Aunque te escondas corazón coraza,
o ardan las ganas de buscarte
y el miedo de no encontrarte,
así sin más me enamoré de ti.

Es por eso que 
voy a despedirme esta noche,
googlearé tu mirada,
le daré un beso a la luna
y diré: hasta mañana.

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®Elihe y el miércoles de ser Buendía.

PS: Opinión, anterior, personal sobre
la actual huelga universitaria: aquí.  

Name Words IV

®Murand Osmman. Follow Me.
©Murand Osmman. Follow Me.


Avanzo,
por laberíntica ciudad,
buscando tu nombre;
y de golpe un callejón sin salida.

Retrocedo.

Vuelvo aquí,
a donde siempre estás
a un click de distancia.

Se descubre tu foto,
no la más sonriente
sino la más desenfocada,
no la más guapa
sino aquella que muestra
el color de tus palabras.

Estamos tan lejos y tan cercas.
Si miras, miras através de mi;
cuando hablas, me hablas a mi 1
y si me tocas,
tu color enciende una llama.

En cada esquina
dejo un beso para tu llegada.

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Stay (Faraway, So Close!) - U2.
®Elihe and Name Words IV: El mapa de la ciudad.

PD:
Adrián. Con esta son 241 entradas.




Apología



Un. Dos. Tres. Probando. Probando.
 –Nuevo horario de 9 a 10 am en el aula 5.– 
¿Me oyes?
 –Por diferencias he decidido dimitir de mi cargo en la revista.– 
Un. Dos. Tres. Probando. Probando.

A veces es necesario recordar que tenemos dos oídos y una boca. El ser humano se encuentra medio sordo; como si le hubiesen cortado el oído izquierdo antes de bañarlo con gasolina o, en el mejor de los casos, antes de un retrato. Como lo diría Schleiermacher: "el hombre no entiende lo que habla, nos habla pero no nos dice nada."
Se supone que deberíamos escuchar más y hablar menos; en otras palabras actuar más, imbuirnos en lo que nos rodea, dejar esa actividad pasiva del gran hermano que todo lo juzga, del poncio Pilatos que se lava las manos; dejarlo para comenzar a hacer frente a la las responsabilidades que implican nuestras decisiones.
Dice la canción: Clowns to the left of me, jokers to the right / Here I am, stuck in the middle with you / and I'm wondering what it is I should do... –¿Me oyes?– Por eso que es necesario dejar que el café se derrame por los bordes de la taza, que la tormenta surja en el vaso de agua para que nos vaciemos de contenidos obsoletos y los llenemos con nuevos. Con el asombro de un nuevo día.

Es por ello que te suplico, amor mío, que esta noche antes de yacer en la cama jales de la cadena del inodoro. El día de mañana ya tendrá sus propios problemas, por hoy ya fue la noche y mañana del día 28; y vio Dios que todo era bueno en gran manera.


_______________________________
®Elihe y las apologías de la vida.

Ruptura


La infanta ya avienta los juguetes de antaño, 
ha sustituido la paleta por el labial rojo 
y el beso de sabor algodón azucarado 
por el sabor momentáneo de placeres extraños. 

Sus ojos cambiaron 
la inocencia por unos cuantos obsoletos regalos; 
los vestidos se han quedado empolvados, 
mientras que con descaro se desnuda frente a un extraño.



Llegara el día en que la infanta ya no se desnude; 
el día en que al andar desnuda buscara en los regalos, 
los ojos y los besos de los extraños, 
la calidez de aquella habitación donde la concibieron.

Solamente encontrará el reflejo de su acabado cuerpo,
la rodearan las sombras del tiempo; 
su alma llorará hasta morir y anhelara ser la mujer, 
que del otro lado, 
aún no ha derramado una lagrima por el bestial humano 
y sigue besando sapos encantados.